Esta noche no voy a dormir.
Mañana sabré si se cumplirá uno de mis sueños más deseados: conseguir una plaza.
Son muchos años invirtiendo tiempo, esfuerzo, energía, dinero, preparación, formación, trabajo e ilusiones. Y han sido varios los años en los que he rozado el éxito con la punta de mis dedos y ha escapado de repente como un pajarillo.
¿Me pasará otra vez? Este año lo tengo muy cerca.
Hoy escribo algunas
reflexiones como maestra interina que soy y os abro un poco mi corazón. Hoy me ha dado por acordarme de algunas cosas que hacen que no deje de intentar abrirme camino en este maravilloso trabajo y me apetece compartirlo con vosotros.
Durante mi trayectoria profesional como maestra, he recorrido muchos caminos, muchas carreteras, muchos kilómetros...
El coche y la carretera, mis inseparables compañeros. No hay interino que se precie que no lleve kilómetros y kilómetros a cuestas. Yo ya gripé un coche. Y tengo compañeros que llevan ya unos cuantos. La de geografía que aprende una.
He pasado frío, bastante frío:
Y también mucho
calor:
He conocido parte de la
riqueza gastronómica de nuestra geografía. No sabía lo que era una zurrapa de hígado o las tagarninas, por ejemplo.
Por el camino te encuentras
maestros y profesores maravillosos con los que haces amistades y que te enseñan muchas cosas de sus lugares de origen, pues el mundo de la docencia andaluza es así, un continuo ir y venir, y eso te enriquece aún más como persona.
Soy maestra de Infantil y eso
implica muchas cosas además de enseñar a contar y a leer. Prácticamente hago de casi todo. Y creo que puedo hablar por todos esos maestros interinos (y ya no interinos) que cada día se ilusionan con lo que les va a acontecer en clase.
Entre otras muchas cosas, he sido
payasa, bruja, reno...
Socorrista... (En la hora de psicomotricidad en la piscina, una vez casi me tiro al agua con la ropa -había socorristas- porque uno de mis chiquis de 4 años se "deslizó" desde el borde, pero no llegó a caer del todo. Menudo susto.)
Narradora de cuentos y teatro de títeres..., con mi inseparable micrófono y mi inseparable papel higiénico para mis chiquis de 3 años.
Artista... Sí, haciendo obras de arte con luz, como Picasso:
También he podido disfrutar del
arte y la música. Tuve la oportunidad de ir con mi grupito de 3, 4 y 5 años a escuchar la versión infantil de La Cenerentola (La cenicienta) de Rossini en el Teatro Cervantes ¡Una hora aguantaron los campeones!
Y
la música se hace visual en nuestra clase haciendo
musicogramas. Estas fotos son de la primavera de Vivaldi con otro grupo:
Las plantas me han hecho recordar el
bosque de hadas y duendes que hicimos con mi grupo de 3 años ¡mi clase estaba llena de haditas y duendecillos!
También he sido
jardinera y hemos podido disfrutar de la sutil belleza del crecimiento de una planta y sus cuidados...
Salgo a
excursiones con los alumnos...
En el Jardín de la Concepción con motivo del proyecto de las plantas.
Si no era Platero, se le parecía mucho. Esto era en la granja escuela.
Y aquí estamos disfrutando de un bello espectáculo de delfines.
También me siento un poco bióloga y zoóloga ¡me encantan los animales y trabajar con ellos y los niños!
De hecho, estas Navidades nuestra clase se convirtió en un establo de renos, con Rodolfo como protagonista:
También hago de fotógrafa y diseñadora... (para estas fotos me inspiré en el blog de mi compañera Rocío Navajas, una estupenda profesional y compañera).
También hago de
cocinera, pastelera... Aquí las bizcoletas navideñas que les preparé. Y ya habéis visto lo bonitos que salieron los
gusanos de seda de donuts que ellos mismos confeccionaron y que os puse en otra entrada del blog.
¡He sido hasta médica y enfermera! jejejejeje Y mis niños médicos, enfermeros, pacientes, farmacéuticos...
No nos olvidemos de cada rasguñito, caída, golpe, tos, fiebre... de la que tenemos que estar atentos, y la psicología y el sentido de la justicia que hay que tener para ser totalmente ecuánime, imparcial y a la vez empática a la hora de razonar con los niños en algún conflicto.
Soy también científica, y tengo que ser ingeniosa para llevar a los peques a realizar sus hipótesis, predicciones y posteriores verificaciones.
He traído a
profesionales de otros ramos a mi clase para que nos enseñen cómo trabajan...
Y me he llevado a mis alumnos a su lugar de trabajo para verlos in-situ. En esta ocasión mi grupo tenía 3 años ¡y se lo pasaron bomba en el parque de bomberos!
Todo sin olvidarnos del trabajo formal con las materias instrumentales.
¿Que tenemos como norma la prohibición de traer juguetes al cole y sin embargo a alguno "se le olvida" y trae juguetes? bueno, pues aprovechamos la ocasión para que escriban ¿por qué no? Y seguimos sin dejar que traigan juguetes, pero la lista se va llenando. Habrá que sacarle provecho a la situación, qué menos.
Y claro, no podemos olvidarnos de ser coreógrafas, bailarinas, y maestra de celebraciones con motivo de la graduación de los mayores de 5 años y posterior fiesta fin de curso:
No me extraña que al cabo del día y del curso acabe una ¡muertecita! pero con ilusión y ganas de empezar nuevos retos.
Así de canija me quedé este año entre las oposiciones y el trabajo.
Bueno, esto solo ha sido un pequeño esbozo. No es ni una ínfima parte de todo lo que significa ser maestra, y más concretamente maestra interina en mi caso.
¿Lo lograré? mañana lo sabré.
Y si no, no importa. Algún día lo conseguiré. Todo sea por poder seguir disfrutando de todos estos momentos.
Decía Confucio: Elige un trabajo que te apasione y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida.