Hoy es un día en el que honramos a todas aquellas mujeres que se dedican a amar, cuidar, educar y ayudar a sus hijos e hijas a ser personas. Y en este grupo de mujeres incluyo no solo a aquellas que han parido a sus hijos sino también a aquellas que, por circunstancias de la vida, se han convertido en madres de alguien a quien no han dado a luz pero a quien también aman, cuidan, educan y ayudan a convertirse en persona. Honramos a madres que están con nosotros pero también a quienes no lo están. Y me atrevería a decir que honramos también a quienes no siendo mujeres, hacen el doble papel de madres y de padres.
Porque ser madre no te lo dice la sangre. No te lo dice el vientre. Te lo dice el corazón.
Muchas felicidades.
P.D.: Aquí tenéis un enlace a una entrada que conocí a través de Cristóbal Gómez Mayorga y ha sido escrito por Carmen Díez Navarro -es que no veo el nombre del autor en la página-. Me parecen unos pensamientos hermosos y acertados.
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